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Los hijos son una fuente de felicidad para los padres y para la familia. Cuando llega un niño al hogar comienzan a darse muchos cambios desde el espacio físico, el personal o el emocional. Los niños requieren atención, amor, espacio y tiempo. Cuando los padres pasan por todos estos cambios y adquieren un sin número de nuevas tareas se les hace difícil encontrar un espacio para estar juntos como pareja. La dificultad en encontrar momentos para conversar e intimidar pude hacer que se desarrollen conflictos o que se queden sin resolver. Y es que con las responsabilidades y el ajoro del día a día olvidamos hacer citas, planificar una salida, romper la rutina o tomar unas pequeñas vacaciones. Con el paso de los días algunas parejas dejan de buscarse mutuamente o de compartir tiempo juntos, tanto así que podemos llegar al punto donde resulta incómodo estar alrededor de nuestra pareja o que nos sentimos inseguros sobre qué decir o qué hacer en su compañía.
Como padres, queremos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para cuidar de nuestros pequeños. Y parte de esto es cuidar nuestra relación de pareja. El mejor regalo que podemos darle a nuestros hijos es dejarles ver que sus padres están sanos, felices y comprometidos en una feliz relación que pueden incluso tomar como ejemplo. Aunque como pareja hablen a diario es difícil concentrarse en una conversación cuando nuestros pequeños demandan nuestra atención. El tiempo a solas en parejas nos permite recordar por qué nos enamoramos el uno del otro en primer lugar. Los hijos deben saber que mamá y papá quieren tener un tiempo regularmente porque se aman. Puede que requiera de un poco de creatividad e innovación o de hacer cálculos con el presupuesto, pero les prometo que no se arrepentirán de tomarse ese tiempo en pareja. Es como un respiro de aire fresco para su relación y su familia.
Maneras en las que podemos fortalecer nuestra relación de pareja diariamente:
sonreír juntos
conversar y escucharnos atentamente
hablar de otros temas que no sean los niños
mostrar afecto y resaltar las cosas positivas
dejándose pequeños mensajes cariñosos
planificar una noche especial en casa cuando los pequeños se duerman
llamarnos por el nombre o por el apodo cariñoso con el que antes de ser padres nos dirigíamos
Razones para tomar unas pequeñas vacaciones en pareja
El más beneficiado con tener unos padres relajados es tu bebé, los niños sienten el estado de ánimo de los adultos y pueden reflejarlo en su conducta.
La distancia temporal ayudará a que ambas partes se valoren mutuamente e incentivará la autonomía de todos los miembros de la familia. Los niños que logran despegarse de los padres por unos días ganan en autonomía.
Los chicos también necesitan interactuar con otras personas, disfrutar de la compañía de otros familiares o amigos que se ocuparán de ellos.
Un viaje a solas es una buena oportunidad para el recordar que aún siguen siendo pareja, estando alejados de la rutina diaria, disfrutando del romanticismo y de la intimidad sin interrupciones.
No hay que sentirse egoístas, volverán a sus casas renovados y de buen humor. Y estarán listos para reencontrarse con sus hijos, con una nueva energía positiva.
Consejos para viajar tranquilos y para que sus hijos también disfruten de las mini-vacaciones:
Mantener su rutina: Se debe continuar cumpliendo con sus actividades diarias, desde ir a la escuela, hasta el horario para ir a la cama. Claro que pueden realizar planes divertidos para el fin de semana, como visitar a sus amigos o ir a pasear. Si sus hijos son menores de 6 años, lo ideal es que se la persona se quede en casa de los niños de esta manera el menor extrañará mucho menos a sus padres pues está en su hogar.
Dejar a los niños con una persona especial: Es muy importante dejar a sus hijos al cuidado de una persona de confianza tanto para ustedes como para los niños, que tenga disponibilidad y que sea una persona responsable. Puede ser una abuela, una tía, una amiga de la familia; alguien que se entienda bien con ellos.
Realicen un "simulacro": Es recomendable que los días previos al viaje la persona que estará a cargo de los niños realice algunas visitas a la casa. También es una buena idea realizar unos días antes al viaje una noche de "simulacro". Pueden salir al cine o a cenar y dejar a los niños al cuidado de esta persona para asegurarse de que todo saldrá bien.
Dejar apuntados teléfonos importantes: En un lugar visible dejen anotados los números telefónicos para casos de emergencia: bomberos, policía, pediatra, teléfonos de otros familiares cercanos y el teléfono del hotel en donde se estarán quedando y su número de teléfono.
Dejar todo preparado: ¡Preparen a sus hijos! Conversen con ellos sobre el futuro viaje, en lo posible con algunas semanas de anticipación. Respondan sus inquietudes y resalten lo positivo que será esta experiencia para toda la familia.
Procurar que los chicos se diviertan durante estas mini-vacaciones: Piensen juntos cómo se divertirán durante estos días sin ustedes, planifiquen juegos, películas o cualquier actividad que ellos les guste.
Dejar sorpresas para sus hijos en la casa: Una buena idea es esconder una bolsa en diferentes lugares de la casa. La bolsa podría contener pequeños regalos, cartas con mensajes o dibujos. Cada noche, antes de irse a dormir deberán buscar por la casa una nueva bolsa. De esta manera los días pasarán más rápido y la espera será más divertida. ¡No olviden traerles algún detalle! Sabrán que pensaron en ellos durante el viaje.
Llamar con regularidad: Es importante comunicarse con los niños todos los días, en lo posible a la misma hora. Esto generará una nueva rutina que los tranquilizará, a ellos y a ustedes. Si por alguna eventualidad no podrán hacerlo, avísenles con anticipación.